Cuando una marca me gusta… ¡No puedo dejar de hablar de ella! Y no puedo evitar sentir que, por ello, las personas no van a confiar en mi criterio, van a pensar que me llevo algo… Pero para nada, simplemente me gusta compartir aquello que me parece bueno. Más aún cuando esas marcas lo hacen bien todo (o, casi todo) para mi gusto.
Y Avril es una de ellas. Vaya por delante que no me dicen nada, de los productos que he probado, su limpiador facial en espuma y su limpiador íntimo (si quieres saber qué opino de este término, te animo a que veas https://youtu.be/EQCkp8pUTBk), pero esta pasta dental sí me gusta.
Ya os he hablado en varias ocasiones de mis preferencias en cuanto a productos para cuidado dental: aquí y aquí, además de en el vídeo que subiré esta misma tarde, y te he hablado también de una técnica que me gusta practicar, el oil pulling; pero hoy quería reseñaros una de mis pastas de dientes favoritísimas.
Hace unos años que cuido los ingredientes de mis pastas dentales. Sin tanto cuidado como los de los productos faciales, la verdad, puesto que a día de hoy no he tenido problemas que hayan tenido relación (o, que yo haya visto que la tienen) con el uso de unos u otros. Pero bueno, como se suele decir, mejor prevenir que curar…
¿Qué dice la marca?
Se trata de una pasta de dientes orgánica que promete blanquear la sonrisa.
Entre su composición agua de menta piperita, jugo de aloe vera, polvo de carbón, arcilla blanca bentonita, saborizantes cono la stevia y el sorbitol. Y de tensioactivos, uno no iónico, el lauril glucósido. 😊 Ingredientes para quitarse el sombrero, salvo el sorbitol… Claro, si no eres intolerante a ninguno de ellos.
Y, ¿qué opino yo?
Uno de los grandes problemas de todo lo natural es el precio (bueno, si nos ponemos, es problema de los salarios que tenemos…), y reconozco que es la principal razón por la que no he probado aún muchos productos; pero, 4€ por 100 ml me parece un precio que puedo pagar. Más, teniendo en cuenta que los ingredientes que usan no son tan económicos como los sintéticos, petroquímicos… Además, el hecho de poder presentar un sello de cosmética eco-natural en sus envases no es gratuito, tienen que pagar una suma importante de dinero para ser evaluados por el organismo independiente (en este caso Ecocert). Así que ya vamos bien: cantidad, precio y sello.
El carbón, como ingrediente cosmético, es… Espectacular. Ya me enamoré de él cuando empecé a ver las mascarillas faciales de carbón – las peel-off no me gustaron nunca-, así que, en cuanto vi un dentífrico con carbón… No dudé. Respecto a que sea blanqueante, tendría que hacerme una foto del antes y el después. También ayudaría que dejara de tomar café, alcohol… Y que no usara dentífricos con carbón tan esporádicamente. Pero bueno, si os sirve, dicen que funciona. 😉
Relacionado con lo del carbón, es una pasta totalmente negra. He probado otros dentífricos con carbón que no son negros, sino grises (pero no me gustan tanto): el de Dr. Organic y de Splat (de la línea Biomed).
Cuando empiezas a usar cosmética natural te tienes que acostumbrar a nuevas características y nuevas sensaciones. Y hablo de «tener que» porque si no, te va a costar más trabajo utilizar los productos y no vas a disfrutar. Porque yo lo disfruto, esa es la palabra. A mí nunca me ha costado, al menos que yo recuerde, pero es algo constante: la espuma, las fechas de caducidad (que suelen ser mucho más bajas), los perfumes y los sabores… Pues esta pasta no es nada desagradable: el sabor mentolado, la fecha (símbolo PAO) es de 12 meses… Más puntos a su favor. Eso sí, sé que hay gente a la que no le entra por los ojos el hecho de lavarse con algo negro, pero a mí nunca me pareció raro (sí las mascarillas peel-off como de alquitrán negro, ya lo he dicho).
El campo de la higiene bucal «natural»… Es todo un mundo. Como siempre, no hablo de productos DIY, que ese es otro mundo y a mí se me escapa. Pero me refiero a que lo habitual es encontrar pastas dentífricas (las comerciales) mentoladas con ligeras variaciones de sabor. Y en productos nicho es frecuente encontrar mentoladas, frutales, con caléndula, con clavo, con árbol del té… Y aquí una, a la que siempre le ha gustado variar en productos de higiene (aunque le fuesen bien… Desde chiquitita), pues está en su salsa.
Tras estos años, mis pastas favoritas son las que tienen arcillas. Me di cuenta preparando el vídeo de esta semana, no había caído en lo que tenían en común mis dentífricos favoritos. Y después de éstas, las de carbón me están sorprendiendo bastante… Para bien. Y el dentífrico de Avril tiene carbón, pero también arcilla blanca bentonita.
Se me olvidaba, a diferencia de otros productos de cosmética e higiene, las pastas dentífricas van precintadas normalmente. Esta también.
P. D. Repetiré con ella. Bastantes veces más.
