Cómo cuidamos nuestro cabello

Sulfatos, siliconas, parabenos… ¿Te suena?, ¿te interesa el tema?

Esta semana quise tratar el tema del cuidado capilar, aunque quiero dejar claro que son solo ideas que tengo/sigo pero que aún tengo mucho que aprender.

Hace unos meses aprendí cuáles eran los principales sulfatos; los buenos y los no tan buenos, por qué es tan común que un producto se anuncie como «sin sulfatos»…

Un sulfato es un tipo de ingrediente utilizado como agente limpiador, ya sea de origen natural o sintético. Se habla mucho de ellos, que si son malos, que hay alternativas… Otras personas están a favor de usarlos, todas las opiniones sin respetables.

A su favor, hay que decir que limpian profundamente y que son muy espumantes. Quién no ha dicho «necesito que haga espuma, si no, no me parece que limpie». Esto lo he oído hasta en una serie en la Televisión Pública Española, en 2017 o 2018. Por contra, son productos sensibilizantes e irritantes.

La gran mayoría de los surfactantes que encontramos en los geles y champús habituales son sulfatos sintéticos (Sodium Laureth Sulfate y Sodium Lauryl Sulfate, SLS y SLES, son los más comunes). Son limpiadores profundos, arrastran mejor la suciedad y el sebo, pero también es verdad que son los que suelen dar más problemas.

Los tensioactivos de origen natural suelen ser algo más difíciles de encontrar (por suerte, cada vez menos). Son limpiadores más suaves pero no sensibilizan la piel. Por ejemplo, encontramos el Sodium Coco-Sulfate y otros tensioactivos como Cocamidopropyl Betaine o Coco Glucoside. Personalmente, yo prefiero lavarme el pelo a diario (o el rostro tres veces al día) si es necesario, aunque no siempre lo es.

Se dice que, si un producto está bien formulado no va a producir irritación, y que si retiras bien el producto, tampoco. Pero yo no estoy muy de acuerdo…. Es verdad que no afectan igual todos los productos con sulfatos, es importante que otros ingredientes contrarresten ese efecto sensibilizante; pero, si no sabes de química o cosmetología tanto como para entender de composiciones, es mejor no arriesgarse, ¿no? Habiendo alternativas… Respecto a retirar bien el producto, en este caso el champú: es verdad que si dejas restos, además de ensuciarse antes, es normal que te pique la cabeza. Del mismo modo que si sales a la calle con productos faciales como el retinol, la hierba de San Juan o la rosa mosqueta: hay que retirar bien los distintos productos. Además, ¿hasta qué punto es bueno que arrastren nuestra grasa? Es lo que decía de los peelings químicos: eso de que arrastre todo, a mí no me gusta… Para colmo, alguno puede que sea cancerígeno. Una joya, vamos…

Otra cosa que tenemos que tener en cuenta son las siliconas que contiene el champú en cuestión.

Una de las razones por las que las evitamos es porque derivan del petróleo y eso, ni nos gusta para la piel ni para el medio ambiente. Pero no todas son iguales: cuando no las puedo/quiero evitar en un acondicionador o mascarilla para el pelo, prefiero usar las que empiezan por cyclo-, como cyclopentaxylosane, que es una silicona volátil y más fluida que la dymeticone. Aunque especialmente, en cabellos como el mío, sin tintes ni decoloraciones, mejor yo prefiero evitarlas. Por lo general dejan el pelo aparentemente bien (recubren el pelo, corrigiendo cualquier fibra que esté rota), pero hacen que se apague el brillo natural del pelo.

También es posible cuidar los conservantes empleados (parabenos, phenoxyethanol…). En este punto, mi opinión es que no hay un conservante (sintético, me refiero) que sea bueno. Lo de los parabenos es, especialmente, mala fama; o una brutal campaña de marketing en su contra. Es verdad que hubo un estudio que los relacionaba con el cáncer de mama, pero también se hizo otro estudio que lo desmentía… Y además, las alternativas pueden ser igual de peligrosas. La parte no tan mala es que, por ley, deben estar en menos de un 1% de la composición del producto.

Y ahora, voy a hablarte de diferentes champús que he probado y me gustan. He de decirte que todos son bastante asequibles, que muchas veces, un buen champú cuesta 7/10€ y no siempre tiene que ser así.

En primer lugar, quiero recomendarte que me está ayudando a hacer la transición hacia champús más naturales y además, se encuentra en muchos supermercados. Por lo que es muy buena opción si te quedas sin champú. Contiene un sulfato sintético, el Ammonium Lauryl Sulfate, que es mejor que los otros de los que hablaba al principio y, ni noto picor, ni se me cae tanto el pelo.

Champú Aloe Hydra Bomb de Fructis

Sí, sí, hay sulfatos que están relacionados con la pérdida de cabello. Cuando lo oí por primera vez dije «no sé si será verdad, pero voy a evitar estos sulfatos». A los meses, fui un día a la peluquería y usé el champú que tenían allí para lavar el cabello. Y me tiré varios días perdiendo pelo. Desde entonces, no voy a ningún hotel ni peluquería sin mi botecito de champú.

Quiero hablarte del que estoy probando esta semana. No he escuchado muy buenas críticas en cuanto a su resultado, pero su composición es mucho mejor que la de otros productos de marca propia de supermercado. Biocura es de Aldi y en general, todos los productos con certificación Natrue me están gustando. Este champú se supone que dota de hidratación al cabello y, si lo usase sin crema suavizante.. No quiero ni pensar cómo lo dejaría (de enredado y encrespado me refiero).

Champú Hidratante de Biocura

A continuación te hablo de dos champús que me tienen enamorada. Conocí la marca gracias a mi youtuber favorita, África Motejo. Primero probé el champú para pelo graso, que es de menta y pepino. Mi pareja me dijo un día que se estaba acabando, que dónde se compraba. Me hizo gracia, porque nunca quiere probar los productos nuevos que yo compro, pero lo había probado y le había dejado de picar el pelo, así que… ¡Ahora no quiere otro! Así que un día me llegué a la perfumería y compré ese y otro modelo, para probarlo. Y, ¡¡no sé si me gusta incluso más!! Con aceite de jojoba y extracto de mora. Se supone que es alisador, pero tampoco me disgusta que no lo sea (no esperaba que un champú le quitase la rebeldía a mi pelo); lo que quería era comprobar si me daba grasa, ya que los champús de pelo liso siempre me lo han dejado fatal, y para nada. También están certificados, esta vez por Ecocert, así que genial.

Champú In The Spotlight de Organic Kitchen
Champú Hot Off The Press de Organic Kitchen

El último champú que te enseño es el primero más natural que probé (también certificado por Ecocert). No me ha gustado especialmente. Sí su olor a hierbas, pero no es lo que quiero juzgar del champú. Es de «hidratación y equilibrio» supuestamente, aunque los que te he enseñado de Organic Kitchen me dejan una sensación mucho mejor en el pelo. Tampoco digo que no vaya a repetir. Entiendo que mi pelo se ha llevado 33 años sufriendo puros champús sintéticos y aún necesita meses para recuperarse, así que seguiré dándole alguna oportunidad más.


Birch Shampoo de White Agafia

También quiero hablar algo del cuidado suavizante del pelo. Como te acabo de comentar, mi pelo está en proceso de naturalización (hay quienes hablan de «desintoxicación», pero no me parece que debamos hablar de cosmética tóxica), así que no me siento capaz de prescindir del acondicionador. Me gustaría dejar de necesitarlo pero… Poco a poco.

Lo que sí que hago es usar, unas dos veces por semana, unas «mascarillas prelavado», que no dejan de ser aceites vegetales, pero me gusta recalcar que lo hago así: me dejo el aceite entre una y dos horas y luego lo lavo normalmente. Unas veces uso aceite de jojoba (que no engrasa nada, incluso alguna vez me lo he dejado toda la noche), de argán (me gusta mucho también), de babasú (lo usé por probarlo, pero no noté nada) y, solo en las puntas, manteca de karité y otras veces aceite de almendras dulces. Hace varios meses usé aceite de coco, pero no noté ninguna de las bondades que dicen que tiene. Hay otros aceites que quiero probar, pero no quiero tener abiertos demasiados botes y, al final siempre acabo comprando los que conozco…

No quiero despedirme sin hablarte de una nueva normativa que se ha aprobado sobre reivindicaciones de productos cosméticos, es a nivel europeo y será de obligado cumplimiento a partir del 1 de Julio. Ya hablaremos del tema otro día. Pero creía conveniente mencionarlo, ya que debe ponerse más fácil el poder adquirir productos realmente naturales.

2 comentarios

  1. lba

    Muy interesante!!!!

    1. Administrador

      Gracias!

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