HIDRATACIÓN Y NUTRICIÓN

¡Buenas tardes! Hoy volvemos a hablar de cuidado de la piel, en concreto de las hidratantes, ya que quiero acabar con el cuidado básico de la piel antes de otros temas.

Ya os decía en el post en el que hablaba de protección solar que hay que usar productos con protección solar a diario; ya sean sueros, cremas, bases de maquillaje… Y en este otro, os comentaba que lo habitual en la mayoría de personas es que tengamos la piel deshidratada. En mi caso concreto de piel atópica, lucho constantemente contra ello…

Para ello me hice con un analizador de piel, en el que puedo ver los niveles de hidratación y de sebo en la piel. Es muy importante, al menos para mí, poder ver lo que mi piel necesita. Cada persona se conoce la piel (en mayor o menor medida), pero a veces necesitamos verlo con datos… No sé si me explico. África Montejo habla de él en este vídeo. Se lo agradezco enormemente.

En concreto, el rostro es la parte del cuerpo que más expuesta está, y hay que protegerse todo el año. Yo, por las mañanas no me esmero demasiado… Después de la limpieza, recurro a la loción facial y a las cremas hidratantes. Primero utilizo la crema de contorno de ojos y luego la de rostro.

No he encontrado una buena crema de contorno de ojo con protección solar, así que, primero me aplico la crema específica y luego añado un poco de protección sola de la que me pongo en el rostro con cuidado de que no entre en el ojo. Intento tener mucho cuidado con la zona de los ojos, pues uno de los productos que resultó perjudicial para mi piel (de un día para otro además, y a mitad del bote) fue la crema de contorno de ojos.

Así que empecé a usar la crema que usaba mi madre (ya comenté que sufre la misma afección de la piel), de A-derma. No está mal, hidrata, pero no es la fórmula que yo busco. Ahora estoy usando el de la marca Biocura; los contornos de ojos de Biocura tienen una excelente composición, plagada de aceites y extractos vegetales (aceite de girasol, aceite de jojoba, manteca de karité, manzanilla, aloe vera…); además de un olor y una textura que me encantan.

Te contaba aquí que usaba una crema solar con color, pero que necesitaba sellarla con polvos después. Así que he comprado otra crema solar, esta vez sin color, para usarla según el día.

Es una crema recomendada para pieles sensibles y que combina filtros físicos, químicos y biológicos; lo único que no me gusta es que lleva nanopartículas. Fue un error mío, que me dejé guiar por las recomendaciones y no hice caso al INCI. Eso sí, no me sale ningún brillo, me resulta súper cómoda de transportar en el bolso, de aplicar y de llevar puesta.

Si es un día en el que no voy a hacer nada más que estar en casa, viendo la tele o limpiando, recurro a una crema que me encanta. Es la que usa a diario mi pareja y la que he usado yo durante algunos meses, mientras que encontraba una crema más adecuada. La única pega que le pongo es que no lleva protección solar, pero me fascina. Es una crema con aceite de argán y de jojoba, con una composición estupenda (tiene el certificado EcoCert) y muy económica. La sensación que deja en la piel, a mí me encanta, y el olor…igual. Pero eso es muy personal.

Me es imprescindible usar crema corporal, porque desde que me ha dado más la cara la piel atópica, si no me la pongo un día, me empieza a picar el cuerpo… Bueno, combino la crema con el aceite de almendras dulces, que me encanta. Y dentro de unas semanas (en mi ciudad al menos) ya empezaremos a protegernos los hombros, brazos, escote… Así que me pondré directamente la crema solar y no otra. Estas son las últimas que he usado, que… No sabría decir cuál me gusta más.

Ya mi rutina de noche sí es algo más pausada. Entre otras cosas porque me gusta que me ayude a relajarme. Me gustaría probar productos con lavanda que me ayuden a ese fin. De hecho, me compré un hidrolato de lavanda, pero no era lo que buscaba. Espero encontrar esos productos.

De noche realizo la doble limpieza facial (que, si aún no sabes lo que es, aquí te lo cuento). Es importante que la piel esté limpia y receptiva. De hecho, hay algo que nunca he hecho y quiero probar: la técnica japonesa del otefuki. Es decir, después de la doble limpieza, usar un paño caliente (que, anteriormente, hemos sumergido en agua que ha hervido) y así abrimos los poros y conseguimos que penetren más los productos que vayamos a usar después En fin, ya te contaré qué tal.

Después de usar la loción facial y el suero, recurro a un aceite para nutrir la piel (de jojoba o de almendras dulces normalmente). Me gusta hidratar y nutrir el mismo día. De vez en cuando, añado a mi rutina facial esta mascarilla en gel. La saco del frigorífico y me la pongo a modo de crema, toda la noche. Ayuda a hidratar y además retiene la humedad, descongestiona, calma… ¡¡Es una maravilla!!

Y, cuando mis necesidades de hidratación o reparación está…más viva que nunca, recurro a estas dos cremas de Mary Kay:

Otro día te hablaré más a fondo de cada una de estos productos. ¿Y tú, te hidratas?