Retinoides: ¿sí o no?

Si te atrae el mundo del skincare, estarás familiarizada/o con los retinoides, al menos con el vocablo. Seguramente, en algún post anterior he dicho escrito aquello de «retinol, eso no es para mí». Pues bien, como le pasa a toda persona que dice ésto… Creo que voy a sucumbir…

El año pasado, mi colega Laly me dijo que le recomendara algún serum de retinol potente (ella sí que está acostumbrada a usar este activo), así que me puse a leer sobre los derivados de la Vitamina A.

Como le dije a ella, cuando leía algo sobre retinol pasaba de largo. Así que no tenía mucha idea… Me daba un respeto el retinol… Y eso que, para muchas personas es «la joya de la corona» dentro del cuidado de la piel. Pero el retinol es un ingrediente irritante y no creía que fuera adecuado para una piel sensible como la mía: hace años que opté por usar productos con bakuchiol (la alternativa vegetal del retinol) y estoy contenta con el ingrediente. Cierto es que no existen tantos estudios como los referidos al retinol, pero comparan sus efectos con los de éste y es totalmente apto para pieles sensibles.

Pero, ¿qué es el retinol?

El retinol es la forma más conocida y utilizada de los retinoides, una familia de moléculas derivadas de la Vitamina A que favorecen la regeneración celular. Ésto es porque la molécula es tan pequeña que es el único ingrediente que consigue hacer efecto en el interior de la célula y tiene la propiedad de modificar lo que allí se encuentra.

Estimula la producción de colágeno, de ácido hialurónico y de elastina; frena la producción de melanina y contribuye al desecho de queratinocitos . Es por eso que es un gran anti-aging: reduce la aparición de arrugas, da tersura a la piel, las manchas se hacen menos visibles, renueva la epidermis… Por si fuera poco, las pieles grasas y las acneicas se benefician de más aspectos: los poros se hacen menos visibles y el retinol combate el acné. Es una bomba en todos los sentidos y, como escribí antes, son muchos los estudios que lo demuestran. Eso sí, es muy inestable, hay que utilizarlo de noche salvo expresa indicación y siempre con protección solar (hay que utilizar fotoprotección independientemente del uso de retinol, pero si no la usas a diario, absténte de usar productos con retinol, porque tu piel va a estar más sensible), es incompatible con muchos ingredientes…

Volviendo a los retinoides en general, el ácido retinoico es la forma que se sintetiza en nuestra piel. Los diferentes derivados de la Vitamina A necesitan ir transformándose, en escala, hasta convertirse en este ácido y asimilarse: los derivados del retinol han de convertirse en retinol, éste en retinaldehído y éste en ácido retinoico.

Podemos emplear productos con ácido retinoico, que son productos para lo que se necesita receta médica: hacen efecto en muy poco tiempo pero tienen un alto poder de irritación. Como casi siempre que tenemos prisa por conseguir efectos inmediatos; corremos riesgos, a mí parecer innecesarios.

Dentro de los retinoides de venta libre podemos encontrar derivados del retinol como el Retinyl Palmitate. Son mucho más estables que el ácido retinoico y que el retinol, pero también menos eficaces.

Tengo una buena noticia para todas aquellas personas que quieren beneficiarse del uso del retinol pero que, como yo, no están dispuestas a temer usando el ingrediente: el retinol encapsulado, de liberación sostenida. Con esta innovación, se ha conseguido que el ácido retinoico sea liberado progresivamente, en horas y no en minutos, y se reduzca notablemente la irritación.

Pero no solo eso… Y vuelvo al estudio que hice para mi amiga Laly. El retinaldehído o retinal, pese a ser una forma más cercana al ácido retinoico, es más estable que el retinol. A mí me voló la cabeza 🤯 cuando lo leí. Tanto que no lo creí del todo. Pero este año me he topado con dos productos con retinaldehído que me están llamando (jejeje) y, estos meses estoy dedicándome mucho sobre este ingrediente.

En definitiva: más potencia como retinoide y menor irritación, adecuado para pieles sensibles y con diversas patologías previas. Eso sí, el período de adaptación está ahí: hablamos de la retinización, pero sobre la retinización escribiré el próximo día.

Yo he hecho los deberes (me parece que no se me olvida nada). Incluso he pedido cita con una farmacéutica especialista en dermocosmética para que me dé unas pautas finales un mes antes de empezar.

Ya os iré contando más sobre el proceso cuando llegue el momento, pero os quería compartir lo que estoy estudiando, por si os ayuda…

También os comparto, como sabéis que me gusta hacer, aquellos productos que me parecen interesantes.

Bakuchiol

De los que he probado, mi preferido es este Serum de Bakuchiol y Escualeno de Beauty Drops. Una producto lowcost del que he gastado varios botes. Pero esque me parece una gran opción (mirad el INCI, ¡por dios!). Otros que, aún no he tenido la oportunidad de probar pero están en mi wishlist son el Elixir Medianoche de Saigu Cosmetics y el Serum de Bakuchiol de Vera & The Birds. Y, ya que estamos, otro suero con bakuchiol interesante, y hecho en España como los anteriores, es el recientemente lanzado Phoenix Aura Well-Ageing Serum de Freshly Cosmetics.

Retinol

Sin haberme acercado lo más mínimo al retinol (ni tener intención de hacerlo… Al menos de momento), me atrevo a recomendar varios productos cuya fama les precede, por si acaso tú sí estás dispuesto/a a pasar por los efectos secundarios del retinol: la crema de la línea Redermic de La Roche Posay, el Retexturizante de Noche Retinol 0.5 Puro de Dr. Arthouros Alba (la marca cosmética creada por el Dr. Arturo Álvarez-Bautista y la Dra. Mª José Rubira) y los sueros Retinol B3 (con retinol al 0.3% y niacinamida) de La Roche Posay y el 0,3 Retinol-NP de Gema Herrerías.

Retinoides para pieles sensibles

Primero de todo quiero compartir con vosotras y vosotros el producto que, hasta hace unos meses, tenía claro que era con el que empezar con los retinoides: el serum Reti Age de Sesderma. Pero, a día de hoy estoy entre el Fresh Overnight Face Treatment de Ringana y el 0.1 Retinal-RHM de Gema Herrerías.

Y recuerda…

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